«pungitiuas saetas traspassaron mi coraçon: y el alma tan triste que mas el angustia siente de pura conpassion de·la carne el cuerpo no desempara. Asi que con tu crueza de mi mismo tienes hecho vn purgatorio segundo cuyas ardores y llamas son fines de toda desesperacion de remedio. Y si pudiesse algo traher en oluido los males de mi beuir descansarian: mas ni te puedo dexar ni tus cuydados me dexan. Asi que con esta»