«y el desconoçido depues que sperança no terna de poder d·aquella mas aver: afirmara su vida con otra que con·los bienes d·aquella abra ganado. Y ela quedara pobre bieja desdenyada. § Santiguando respondio la donzella. Arredro vays diablo de semejante enganyo ! e quanto que dixo verdat que qujen de viento s·incho las faldas, no nada traxo a casa. Aquj ablo la madrjna e dixo. Sobre d·aqueste caso y paso»