«E en aquellos siglos tan marauillosos de Alexandre: y de Julio Cesar: y de Pirro rey de los epirotas: y de Ptolomeo rey de Egipto. o los mismos principes fueron letrados: y por consiguiente hauian de amar a sus semejantes en aquella profession: o si no lo eran: hauian a·lo·menos gana de aprender. Mas agora tenemos el tiempo muy diuerso de entonces. y por esso no solamente no vemos alguno »