«la mando llamar. Teniendo se por mas seguro de perpetuar su eterna memoria con·la gloria immortal de tan illustre ciudad que ni como arcos triumphales: ni coronicas perpetuas ni estatuas perhenales tan puestas en·lo publico: tan asentadas en·el Capitolio de Roma. Y assi vemos que se salio tan a su cuenta la obra: que por la misma esperiencia se vee: que Roma con sus arcos y estatuas esta como cayda: y»