«menester de ninguno. Guarda·te de conosçer a ty mesmo, antes que quieras conosçer a otro. Quieras para la gente, lo que quieres para ty mesmo. Suplica a la mona en su tierra. No quieras asentar·te en el mejor de la conpañia, qu·el lugar donde te diran que te asientes, vale mas que aquel donde te faran leuar. Tres son escusados si an malas costunbres: doliente, e quien»