«y aquestos desseos nos enseño la razon. El primero para ganar aquella gloria que jamas se puede perder. El otro para tener alguna misericordia a·las obras del proximo que no tienen el complimiento que requieren sus fines. No ha muchos dias en verdad señor que me vino a·las manos vna obrezilla pequeña: llamada lunario: notada e impressa en aquesta nuestra muy noble cesarea y augusta ciudad. de materia por»