«la espalda: y fecho esto calienten dos fierros o tres ahun tan anchos como tres dedos cumplidos o quatro siquiera y tengan cerca muy viuo fuego para que los fierros de mucho rusientes bueluan como blancos: y aquellos deuen assi acercar a·la espalda vno empues otro en tal manera que no le toquen algo en·la carne: y le enbeuan todo el vnto dentro del mal: y quando fuere ya embeuido ante que le dexen leuantar»