«luego con azeyte tibio. Despues con cuerdas de lana derruequen con tiento en suelo aquel cauallo y bañen mucho el sobrehuesso con agua fria: y vnos fierros llanos calientes tanto que de mucho rusentados bueluan en blanco: y assi aquellos acuesten vn poco al sobrehuesso tan acerca d·el quanto seria vna pulgada porque no le toquen: y quando fuere ya embeuido el primer mojado lauen le otra vez como dixe y bueluan los fierros assi rusentados»