«de vuestra alteza en singularissima merced tengo a aquella. e por cient mil vezes le beso las manos por los paternos e salutables preceptos que me faze. Los quales yo recibo con aquella humil e filial obediencia que se requiere. E ciertamente senyor ellos son tales como de donde prociden que es el mejor mas santo prudente y virtuoso principe del mundo. e assi los tengo puestos y scritos dentro enĀ·»