«de·la blancor de las canas resplandiente de rostro e presencia tan alegre que la vista mostraua que algo mas de hombre tenia. Este siendo primero en este postrero yermo esperimentado en muchos trabaios de abstinencia en fin en vn lugar cerca de la ciudad fizo vn monesterio: e en los lugares cabe el monesterio planto muchas selvas de diuersos arboles. Como ante de su venida segun otros padres nos affirmaron »