«de amanecido haun la ciudad estaua lexos e como el fuesse fatigado e tormentado en el yermo del gran heruor del sol boluiendo se a todas partes començo de pensar e mirar si hauia de çerca algun monesterio. E viendo vna cella de vnos religiosos fue se aculla por folgar con ellos. E como le sintieron venir los sieruos de Dios luego corrieron a le recebir e le adoraron recibiendo le »