«de iusticia si otro verdugo buscassen sino a ti para satisfazer a hun yerro que tan comun a·las mujeres conteçe. Pues para esto sin mas morir de·lo muerto debria el cielo y la tierra contentar se: y asi que tus palabras mas de·lo enganyado no me pueden enganyar: que me tengas por tan simple que me hagas a entender que te soy en cargo: porque aquello de solo miedo tuyo lo dexas: que»