«la honra de·los hombres pierde la de Dios. Por lo qual fijos mios fuyamos en toda manera el vicio de vanagloria porque no encorramos en·la cayda: que el diablo allende esto en nuestro corazon e pensamiento deuemos tener gran diligencia: ca deuemos nos guardar que ninguna codicia ni deleyte carnal ni vano desseo e que no es segun Dios finque raizes en nuestro pensamiento. Ca de las tales raizes »