«podia rebatar de sueño touiendo fincadas las rodillas. No comia saluo los domingos: ca entonçe venia a el vn presbitero e le dezia missa: e aquello solo le era sagramento e manjar. E vn dia desseando le tentar el diablo transfiguro se en el clerigo que solia venir a el. E anticipando la hora acostumbrada fingio hauer venido por causa de·los sagramentos. E el otro entendiendo con prudencia el engaño »