«enemjgos, por tal supersticion spantados, e firjendo en·ellos vincio·les.§ Sertorjo como por quexada maraujlla, apareciessen los scudos de·los caualleros de fuera, e·los pechos de·los cauallos sangrjentos, jnterpreto qu·el senyal deuinaua victorja, ca aquellas partidas se suelen moiar de·la sangre de·los enemjgos.§ Epamjnjdas thebano, sus caualleros tristes por razon qu·el viento quitando el pendon que leuaua en su lança, lo echasse en·el»