«no permetio que se desarmassen, los enemigos cansados no menos por la stada que por fambre, quexoron se luego a pensar de si mesmos e tomar vianda. Iphicrates puso los suyos otra vez adelante, e enuadio las tiendas de·los enemigos desordenados.§ Este mesmo como contra los lacedomonjanos por muchos dias huuiessen sus huestes cerca ellos, e de cada·una parte andassen ciertos tiempos, a erbaiar e a lenyar, enujo vn»