«de pobre e baxa vestidura marauillado el clerigo de ello pregunto le quien o de donde fuesse o que queria. E como le conocio ser hombre dado a Dios siguio le fasta·l rio e escusando se que no se fallaua barquete con que passar podiessen dixo le el abad Heleno: No temas padre yo te aparejare con que passes. E llamando con gran voz mando a·la bestia que viniesse: »