«dexo las alabanças que ponen algunos a quien adreçan sus obras y libros: empero aquellas ni pierde oluido ni la voluntad faze menores: son ellas tan claras y conocidas que no supiera llegar a su medio ni dar el assiento que merecian: por·ende me vale mas escuchar el son de·los otros que mejor las digan y no tañendo que rompa las cuerdas: y quando pudiesse llegar en·el cabo de mi desseo quiero ser touido»