«tomo con la mano el fierro rusio e echo ge lo al rostro: e ella dando vozes e llorando fuyo: tanto que todos los frayles que en·derredor stauan el llanto e ploro d·ella que fuya oian. E dende adelante aquel varon touo por costumbre de tener con la nuda mano el rusiente fierro sin dañar·se.§ Pues como houiessemos venido a este: e con humanidad nos houiesse recebido demandauamos le que »