«caliente e blanco: que parecia ser de prouincia stranjera. E los que estas prouisiones truxieron luego que las dieron a·los monges como aquellos que codiciauan aquexadamente boluer a quien los hauia embiado luego se fueron. Entonçe los monges faziendo gracias a Dios de lo que les hauian trahido començaron de comer: cuya habundancia fue tanta que fasta el dia de Penthecostes comiendo de aquello cadaldia abasto: siendo ciertos que Dios »