«le al yermo al qual mando morar en vna cueua cabe el. Entonçe los demonios volando de noche primero le tormentaron de fediondos e suzios pensamientos: e despues forçosamente entran por se le cargar e matar. E el mancebo fuyendo e corriendo a·la cella de sant Heleno dize le de que males era atormentado. El viejo entonçe consolando e amonestando le en pocas palabras de la virtud de la fe »