«los prelados como el gusano que nace dentro del del cuerpo del arbol y come le toda su buena substancia por tal manera que despues no vale sino en·el huego: este daño malo a que furor siquier fuerça lo assimilo nuestro Señor quando le traxo en comparacion las tiñas que pierden y comen la ropa. Este mismo mal ha destruydo la cristiandad dend·el principio. No fallece mas ni esto se pierde por subito daño mas por»