«sabiamos parecian muertos. E como llegassemos por ver la marauillosa grandeza de aquellas bestias que pensauamos ser muertas: luego que sintieron el roydo de·los pies leuantadas començaron de venir para nos e encalçar·nos. Mas nos con gran grito e miedo invocamos el nombre de Crhisto cuya misericordia nos ayudo: e las bestias que contra nos se hauian leuantado como si el angel las desuiasse: luego cayeron en el lago. E »