«como le houiesse puesto el habito de·los monges conuiene saber la saya e cogolla: e vna piel de cabra saluaie: començo le de enseñar las otras reglas d·ellos. E con gran cuydado trabaiaua si alguno christiano fallecia por le sepultar. Al qual como aquel mancebo discipulo suyo viesse: con gran diligencia atauiar la mortaja a los finados dixo le: Padre yo querria que a mi mismo finado amortajasses assi »