«a par d·otro le trahia manjar del cielo e aquel le era comer e beuer. Esso mesmo se vn hombre al qual vinieron los demonios en figura de celestial caualleria e habito de angeles trayendo carros de fuego e con gran apareio como si algun rey grande acompanyassen. E el que parecia a los otros rey dezia le: O hombre! Ya todo lo has cumplido. Solo te queda que me »