«el sacerdote en·las manos parecia tornar al altar. E estendiendo las manos al altar los otros a quien los meritos de algunos buenos ayudauan: yuan se los demonios e fuyan con gran miedo: ca vehia estar en el altar el angel de Dios que ponia su mano junta con la del sacerdote en el dar de la comunion.§ E de aquesto ya le quedo esta gracia de Dios: que en·»