«las affectiones de la anima apassionada e viciosamente trahen los hombres a toda mala fazanya: pues si alguno hay que a los demonios señorear quiere enseñoree se primero de sus passiones e uicios ca cualquier vicio de propia passion echares de ti el tal podras lançar de·los cuerpos de·los otros. E por·ende trabajar deuemos poco a poco en sobrar los propios vicios porque podamos vençer los diablos que »