«spaldas sus escudos e sus armas. Aquestos gujando el dicho ligurjano, ayudantes se con los dardos e con clauos en·la subida en que se firmauan, como fuessen venjdos a·la parte postremera del castillo, qui era por razon d·esto vazia de defendedores, començoron a fazer roydo, e a trepar assi como les era mandado, a·la qual ordinacion Marjo confortando e anjmando los suyos, a mayor constancia, començo a·»