«cabeça a la clerezia: no supiendo que menos es de condenar el que es arreado de virtudes e no osa enseñar a los otros que si es el de passiones e vicios lleno e ensenye virtudes. E assi fijos mios ni dezimos que el ser clerigo o sacerdote se deua del todo reusar ni tampoco dessear del todo: mas deuemos trabajar en echar de nos los vicios e conquistar virtudes e »