«el desventurado sus lados e torna se como vn cauallo e macho que entendimiento no tienen. E como ya para complir su apetito trabajasse en le dar vellacos abraços ella echando vn ahullido escuro de cruel voz como era sombra delgada esmuyese de las manos del que abraçar la queria e al que el aire con vergonçosos gestos seguia en vazio dexo suziamente burlado. E entonçe vna muchidumbre de diablos ayuntada en »