«la verguença, escarneciendo lo sus pares peones, descaualgo de grado, e apenas todos podieron fazer que Xenofon caualgasse, e soportasse su trabaio, faziendo las cosas que a duque pertenecen.§ Alexandre, como leuasse sus huestes de hiujerno, assentado al fuego començo a reconocer las companyas passantes, e como viesse vn sieruo medio muerto de frio, fizo lo assentar en su logar, e dixo le si fuesses nacido en Persida, assentaras te en»