«de tales santos desauenturados en·este mundo deuria abastar solo a Jhesuchristo tener por conpañero, en las sus cuytas. Ca el señor Jhesuchristo en tanto que estaua en este mundo sobrepuso de todo en todo estimaçion, o pensamjento de coraçon en·la paçiençia de muy muchas cuytas voluntariamente resçebida. El qual fue de tanta dignjdad e exçelençia que la su sola conpañja en aquesta parte mas podra dar a·los tribulados»