«quieras querellar del açote, como tu non sepas que gualardones te estan guardados en la tribulaçion. E en otro lugar, fablando de·los açotes de Dios dize. Si Dios non ordenasse, de nos dar su heredat, non curaria por fuerça a nosotros de enseñar. Ansy que el señor, açota a·todo fijo que resçibe. conuiene a saber, aquel que ha de resçebir a·la su heredat perdurable.§ E para mjentes que»