«es la pena del avariçia que non la de·la muerte, ca yo conosco la avariçia por el peor viçio que sea al mundo, ca la voluntad del onbre avariçioso non se puede partir de·la cobertura de·la avariçia, e quiero que cada vno de vosotros sepa la maliçia de aqueste viçio. E Dios muestra de aquesto vn gran miraglo, esto es, que quando aquel fue muerto, el su coraçon fue fallado todo»