«deue bien aguardar en su coraçon este milagro con las palabras del juglar Bernardo de nuestra Señora. Virginis intacte etcetera. Quando llegares ante la figura de nuestra señora la virgen Maria no se te oluide que la saludes con aquel aue de Gabriel ( aue Maria ) por que seas cierto en quantas vezes la saludares todas aquellas le besaras. O gran excellencia y gualardon de tales amores: muy poco puede hauer memoria de su misma vida quien gracia»