«segunt nuestra flaqueza nos aparejando esforçemo·nos de todo en·todo desocupar a nos mesmos. e estudiemos vazjar nuestros coraçones de·las tenporales consolaçiones. Mas por quanto son muchos en aqueste mundo que aman sus terrenales consolaçiones. ora en comer. ora en pensamjento. ora en obra, o en otra cosa alguna. E si en algun tienpo las desechan de·si enpero non de todo en todo. e por aquesto non pueden»