«remedio fino era encomendar se a nuestro Señor: y assi lo fizo el siempre magnanimo y batalloso rey don Pedro que luego mando llamar a los padres espirituales: y con aquellos se retruxo y ençerro: y es de aueriguar que a·consejo de aquellos se reconcilio con·la yglesia y se dispuso lo mejor que pudo a morir deuotamente y bien morir como fidelissimo fijo de aquella: que religiosissimos varones se fallaron a su muerte el arçobispo»