«del mal que creyo y nunca en el mas consentir: y esto sea por propia lumbre o saber que tenga o por el ajeno: lo propio se dize el escodriñar de·la verdad: y lo ajeno es el auiso del poder diuino que je·lo reuela: pues assi como la libre voluntad en·el mal querido es condennada si lo consiente: lo mismo se guarda del mal creydo por entendimiento: ya vale razon que toda»