«el aire con ambar encienso lignum aloes y cosas semejantes. Segundo yo prueuo que estas cosas odoriferas no dañan: porque los malos olores y fedores nuezen mucho: segun hauemos visto: por consiguiente las cosas aromaticas y buenos olores ayudan por la regla: que dize que de·los contrarios vna misma es la doctrina: y lo que obra el vno en·el vno: esso mismo el contrario en·el contrario. Tercio que estos olores dessecan»