«buenos, e tu no los dizes fermosamente, sy seran ellos blasmados; por eso deues tu ayuntar e tenprar tu boz, e tu espiritu, e todos los mouimientos del cuerpo, e de la lengua, e ayuntar tus palabras a la sallida de tu boca, en tal manera, que, ni a·la leuada de los labios mas sean entendientes e sonantes. A fermosa e perfecta cara, e suaue, e la»