«aquel prouerbio que no se farta el ojo de ver. ni la oreja se finche de oir. Por ende studia en distraher tu coraçon del amor de·las cosas visibles e traspassa te a·las inuisibles. Ca los que siguen su sensualidad: manzillan su consciençia: e pierden la gracia de Dios.§ Capitulo .ij. que hombre deue hauer homilde parecer de si mismo.§ Todo hombre natural mente dessea saber. mas sin el»