«quasi ningun fruto: o poco trahen. Si tanta diligencia pusiessen en extirpar los vicios: e enserir las virtudes quanta ponen en mouer quesciones: no se farian tantos males: e scandalos en el pueblo. ni tanta dissolucion en los monesterios. Por cierto quando verna el dia del juhizio: no nos sera preguntado que leymos. mas que fezimos. ni quan bien diximos mas quan religiosamente viuimos. Dime donde stan agora todos aquellos señores,»