«de·la contemplacion del cielo. e todo el mayor empacho es: que no somos libres de·las passiones e desseos. ni nos esforçamos de entrar la perfecta carrera de los sanctos: E quando alguna pequenya aduersidad nos acahece. luego somos trastornados e nos boluemos a las consolaciones humanas. Si nos esforçassemos como fuertes varones de star en la batalla: sin duda veriamos sobre nos la ayuda del cielo. ca el sta»