«para que vençamos. Si tan solamente ponemos el prouecho de·la religion: en estas obseruancias exteriores: luego haura fin nuestra deuocion. Mas pongamos la segur a la rayz por que despues de purgados de·las passiones posseamos pacificamente la voluntad. Si cadanyo alimpiassemos de nos vn solo vicio. luego seriamos perfectos. Mas agora por el contrario las mas vezes acahece que meiores: e mas puros nos fallamos en los principios de»