«nuestro proposito. e el ligero dexar de·los exercicios: apenas passa sin algun daño. El proposito de·los justos mas cuelga en la gracia de Dios: que en la propia sabiduria. del qual siempre deue confiar el que alguna cosa comiença. Ca el hombre propone e Dios dispone. e la carrera del hombre: no es en el. Si por causa de piedad: o de algun prouecho del proximo: se dexa el»