«al enperador, e prometieron gran cantidat de dineros a vn baruero suyo, que le cortase los gargueros quando le fiziese la barua. E como la trayçion fuese ordenada, el baruero andaua vn dia por fazer·le la barua con proposito de degollar·lo, e quando el dicho baruero fue a la puerta del palaçio e vido aquel escrito, leyo·lo, e quando lo ovo leydo, de continente el baruero començo a desmayar,»