«en esta vida endemas segun la carne. Empero que no tengamos consolaciones diuinas: o atarde las sintamos: nuestra es la culpa. por quanto no buscamos el remordimiento del coraçon. e no lançamos de nos las vanidades exteriores Conosce te ser indigno de·la diuina consolacion: e muy digno de mucha tribulacion. Quando el hombre sta perfecta mente contrito: entonce le parece muy graue: e amargo: todo el mundo. El bueno siempre»