«amigos los sanctos de Dios: honrando los: e remedando sus actos. por que quando de esta vida fallecieres: ellos te reciban con diuina consolacion en sus celestiales e eternas moradas. Guarda te como pelegrino: e huesped sobre la tierra. al qual no pertenece cosa de·los negocios del mundo. Guarda el coraçon libre: e leuantado para Dios. ca no tienes aqui ciudad de durada. Alla endereça tus oraciones: e gemidos de»