«tribulacion suffrida con paciencia e qualquiere malicia atapara su boca. Entonce se alegrara qualquier deuoto e merecera qualquier religioso. Entonce mas se alegrara la carne affligida: que si houiesse stado siempre criada en deleytes. Entonce resplandecera el habito vil: e parecera suzia la vestidura delgada e preciosa. Mas sera entonces loada la pobre casilla: que el palacio dorado. Mas plazera entonces la constante paciencia: que toda la potencia del mundo. Entonce»