«del arbol de·la vida. Da se otrosi la consolacion diuina: para que el hombre sea mas constante a suffrir las aduersidades. E sigue se otrosi la tentacion: porque no se ensoberuezca del bien. El dyablo no duerme: ni la carne es ahun muerta. por·ende no cesses de te aparejar a·la pelea. Ca a la diestra e a la siniestra stan los enemigos: que nunqua fuelgan.§ Capitulo .x. del»